Como un homenaje por sus 95 años, cuatro coreógrafas convierten en movimiento la novela del Premio Cervantes en una función en el Palacio de Bellas Artes
Agencia Excélsior
Para Cecilia Appleton es El aullido salvaje de la memoria del cuerpo, Rossana Filomarino la llamó El último concierto, Silvia Unzueta adivina un Porvenir perdido y Lola Lince evoca Retazos de memoria.
Las coreógrafas exploran a partir del movimiento la novela Instinto de Inez (2001), del escritor mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), y dan vida al montaje 4 miradas de Inez que se presentará mañana, a las 19:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes como un homenaje al Premio Cervantes 1987, quien cumpliría 95 años el 11 de noviembre.
La novela narra una historia de amor imposible entre el director de orquesta Gabriel Atlan-Ferrara y la cantante de ópera Inez Prada, en la que la música, sobre todo de Héctor Berlioz, crea puentes no sólo para que los protagonistas se reencuentren, sino para que el tiempo, pasado-presente-futuro, se mezcle.
“Cada obra es un universo”, afirmó Cecilia Lugo, directora del Centro de Producción de Danza Contemporánea del INBAL, que encargó las obras. “Cada una vio en la novela aspectos diferentes y muestran el proceso coreográfico que llevaron por separado”.
En rueda de prensa, la creadora detalló que, “quizá temáticamente, las piezas se pueden parecer; pero, en el lenguaje del movimiento, cada una es distinta; y ofrecerán una
vastedad de lenguajes”.
Appleton destacó que “la parte que construí es bastante compleja, abstracta, no es lineal. Me permitió explorar la relación mujer-hombre. Al realizarla, pensé en las posibilidades para la escena, en la que cualquiera de los bailarines puede ser Inez, y cualquiera Gabriel”.
Filomarino, por su parte, agregó que su propuesta “es que el amor intenso, profundo, igual que la música, es eterno; y la música los lleva al flujo, y a la esencia de la vida”.
Unzueta añadió que, para su pieza, habló “sobre la imposibilidad de las relaciones, esa nostalgia del porvenir, el entrecruce de los tiempos y la memoria; lo cual me llevó a hacer un tratamiento sobre los protagonistas y los contextos”.
Y, finalmente, Lince detalló que se vale de imágenes, “de personajes que se desvanecen, memorias de amores imposibles, insólitos jardines y pasajeros bizarros en la cola de un tren nocturno para plasmar una idea reflexiva”.
Las coreógrafas coincidieron en que fue una sorpresa el montaje final. “Son cuatro visiones distintas sobre la danza y sobre la obra de Fuentes, a veces contrastantes, otras coincidentes; pero que generan una conexión particular”.
La tetralogía contará con entreactos musicales, y un preludio con violonchelo en vivo, interpretado por Mónica del Águila.
El dato
Cuatro miradas
Las coreógrafas Cecilia Appleton, Rossana Filomarino, Lola Lince y Silvia Unzueta ofrecerán su visión sobre la novela Instinto de Inez, de Carlos Fuentes