El artista conceptual mexicano debuta en el Museo Nacional de Arte con 12 obras que recrean el símbolo de la cruz sobre hoja de oro
Agencia Excélsior
Jugar con símbolos. Por primera vez, el artista conceptual mexicano Stefan Brüggemann (1975) hurga en el símbolo de la fe, la cruz; a la que recrea en 12 cuadros con fondo dorado, de distintos tamaños, colores y lugares.
Creo en esa fe transformadora o creadora, expresiva. Tengo fe en el arte. Eso me ha ayudado a navegar las dificultades de la vida”, afirma en entrevista.
Éste es el tema central de la exposición Dos Líneas (Fe) con la que Brüggemann debutará en el Museo Nacional de Arte (Munal) el próximo 1 de febrero, donde buscará “dialogar” con el acervo de arte religioso que alberga el recinto.
Cuando vi todo el arte religioso que hay en el Munal, me hizo viajar al pasado, a mi pasado, y entender como mexicano quién soy. Ha sido una muestra, en ese sentido, muy personal”, confiesa.
Me interesa mucho la fe como ese poder de salvación, de sanación. Si algo me ha dejado esa espiritualidad, es la certeza de creer. Sé que son temas complicados y muy contrastados. Le tuve fe al arte. Me abrió esa intuición de arriesgarme a hacer una vida de artista, que tiene muchos riesgos e incertidumbre.
La obra no trata de abonar a favor o en contra, o de cuestionar en qué crees y en qué no crees; pero sí busca ser un hilo conductor sobre esa fuerza poderosa que son la poesía y la fe y el arte, que es una fuerza transformadora”, agrega.
Explica que, antes de decidir que el “diálogo” sería con el arte religioso del Museo Nacional de Arte, visitó las salas dedicadas al arte novohispano y al muralismo.
Estaba interesado en el muralismo mexicano, porque ya había hecho una pieza donde incorporaba algunos dibujos de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Y, visitar el área novohispana, me detonó un regreso a mi infancia, donde crecí con padres arqueólogos”, detalla.
El creador añade que “quería contrastar estas obras de manera contemporánea y minimalista: cómo esas dos líneas generan un símbolo muy poderoso que abre muchas preguntas. Este símbolo ha estado omnipresente en nuestra sociedad”.
Destaca que usó dos técnicas diferentes. “El fondo está hecho de esa hoja de oro, que es una técnica centenaria. Y, por otro lado, estoy usando pintura en aerosol, una herramienta contemporánea. Me gustó jugar con esos límites”.
Aclara que “no es una obra que tenga una estrategia, una agenda. También hay una parte poética que es incomprensible, impulsiva. Veo esta obra como un espejo, que además confronta al espectador”.
Dos Líneas (Fe)” se exhibirá en el Munal hasta el próximo 26 de mayo.