Por Héctor Estrada
Mientras al interior de la coalición morenista aún no se alcanzan acuerdos en torno a la capital chiapaneca, dentro del Frente Amplio el asunto parece estar prácticamente definido. Francisco Rojas Toledo, ex presidente municipal panista y a quien en 2015 se le arrebató el triunfo mediante un presunto fraude electoral, será quien se suba nuevamente a la contienda por Tuxtla Gutiérrez, pero esta vez desde un escenario distinto al de los anteriores.
Aunque aparentemente se ha querido dividir la contienda interna con la participación del priista Bayardo Robles, lo cierto es que al interior del Frente Amplio por Chiapas el tema es ya bastante claro. Francisco (Paco) Rojas Toledo sigue siendo la carta más fuerte de la oposición para intentar arrebatar a Morena el control de la capital chiapaneca… Y la posibilidad no suena tan descabellada.
En 2015 Paco Rojas no sólo se enfrentó a toda la maquinaria verde de Manuel Velasco para quedarse con el ayuntamiento capitalino. En ese entonces, ni el despilfarro millonario pudo garantizar un triunfo indiscutible a los verdes. Al gobierno de Velasco no le quedó de otra que protagonizar un escandaloso fraude electoral que terminó dinamitando socialmente a su ya desacreditado gobierno estatal.
Luego de innumerables inconsistencias documentadas en redes sociales y la detención de funcionarios con paquetes de dinero para la compra de votos a fin de evitar la derrota de Fernando Castellanos, al gobierno de Velasco se le vino uno de los episodios más complicados para su administración, con miles de ciudadanos inundando las calles con protestas y una sensación de robo descarado que ya no pudo sacudirse.
Para el segundo intento, en 2018, Rojas Toledo también terminó desplazado por el fenómeno de la elección presidencial, que acabó pintando a todo Chiapas de Morena e hizo ganar importantes espacios políticos a desconocidos que, incluso, ni campaña hicieron. Sin embargo, el panista concluyó registrando la votación municipal más elevada para la oposición (entonces sin la alianza del PRI) con más de 77 mil votos sumados.
Para los comicios de 2021 los acuerdos con el Partido Acción Nacional y sus aliados (PRI Y PRD) simplemente no se dieron. Rojas fue finalmente invitado a contender por Movimiento Ciudadano, un partido cascarón, sin recursos, que no contaba con estructura y que colocó sobre los hombros del panista buena parte de sus aspiraciones para conseguir votos y mantener el registro. Aun así, y contra todo, el ex alcalde consiguió por sí sólo más de 34 mil votos a su favor.
Este año Paco Rojas ha decidido jugarse su cuarto intento. Pero el contexto luce completamente distinto. Para los comicios de 2024 Rojas Toledo abanderará por primera vez a la alianza conformada por las tres principales fuerzas opositoras: PAN, PRI y PRD. Sin López Obrador en la boleta, con el Verde de Velasco desdibujado y Morena dividido en la capital chiapaneca las posibilidades parecen abrirse.
Y es que, les guste o no, sus opositores saben perfectamente que Rojas tiene un importante voto duro en la bolsa que no deja impulsar sus aspiraciones electorales en cada contienda. El buen recuerdo de su administración en la memoria de sus votantes y la nostalgia del Tuxtla durante las administraciones panistas siguen siendo cartas fuertes para mantener nutridas esas afinidades ciudadanas que no olvidan.
Esta vez Paco tendrá adicionalmente a la estructura priista de Willy Ochoa a su favor. Por eso la alianza morenista está tan intranquila con el tema Tuxtla. Saben, según sus propias encuestas internas, que en la capital chiapaneca no pueden ir fragmentados y que necesitan, sí o sí, la elección de un candidato que evite una división interna, pública o disimulada. De lo contrario, las posibilidades de perder al municipio electoralmente más importante son elevadas.
Por eso la candidatura de Paco Rojas Toledo y el Frente Amplio no pueden tomarse tan a la ligera. Por eso parte de los últimos acuerdos morenistas incluyeron a Tuxtla entre los municipios donde la alianza Morena-Verde no puede romperse. Y, por eso, todo apunta a que nuevamente será la capital chiapaneca uno de los puntos de mayor complicación para los intereses continuistas de la 4T en los municipios de Chiapas… así las cosas.