El ejecutante mexicocubano, debutará como solista en el Palacio de Bellas Artes, con una pieza difícil del compositor ruso Serguéi Prokófiev
Agencia Excélsior
El violonchelista mexicocubano Rolando Fernández (La Habana, 1990) realizará su debut como solista en el Palacio de Bellas Artes hoy, a las 20:00 horas, en la Sala Principal, con la interpretación de la Sinfonía concertante, op. 125, para violoncello y orquesta, del compositor ruso Serguéi Prokófiev, y tendrá un segundo concierto el domingo 14 de abril, a las 12:15 horas, en el mismo escenario, bajo la batuta de Ludwig Carrasco.
Es sumamente significativo para mí, como músico mexicano, hacer mi debut en el hermoso Palacio de Bellas Artes, acompañado de la fantástica Sinfónica Nacional (OSN), de la cual he sido fan desde niño. Así que estoy muy emocionado y, además, debutaré con mi obra favorita”, comentó el músico en entrevista con Excélsior.
Fernández describió la historia que envuelve a la Sinfonía concertante… como un relato apasionante.
Cuando Prokófiev vivía en París, decidió escribir un concierto para violonchelo, el Concierto No. 1 en mi menor, que inició durante su estadía en Francia; y lo terminó al volver a su natal Rusia. Esta pieza se estrenó en Rusia y fue un fracaso total, por lo que la dejó en el olvido.
Casi 20 años después de aquel fallido estreno, Prokófiev conoció a Mstislav Rostropovich, el gran violonchelista ruso que fue una de sus inspiraciones, quien le pidió que retomara la obra. Entonces, el compositor recuperó aquella pieza y a la nueva versión la denominó Concierto no. 2 para cello y orquesta”, abundó el ejecutante que cuenta con una licenciatura en el conservatorio de Maastricht, Países Bajos.
La historia es larga, explicó el intérprete; pero, al final, creó la Sinfonía concertante… como si fuera una especie de Frankenstein que mezcló partes de ambas composiciones. “Lo triste fue que Prokófiev ya no alcanzó a escuchar la versión final”, aclaró.
¿Qué tan compleja es su ejecución?, se le cuestionó al músico. “Visto desde un punto de vista personal, la Sinfonía concertante… es uno de los más grandes retos que he tenido como músico, porque demanda el más alto nivel de técnica y de conocimiento musical.
Es como correr un maratón de poco más de 40 minutos; así que el chelista que la interpreta debe saber distribuir su fuerza a través de toda la obra. Un dato interesante es que la pieza es tan difícil que el mismo Prokófiev creó una versión más fácil y simplificada, la cual prácticamente no se toca”, concluye.
Fernández también comentó que el próximo 8 de mayo tocará esta misma obra con la orquesta Konzerthouse, en Berlín; y en junio volverá a México para participar en el Festival Paax, que dirige Alondra de la Parra.
El maestro por la Hochschule der Künste de Berna, Suiza, ha realizado varias giras por el mundo con diferentes orquestas y ensambles.