En el ámbito de “pobreza” sí se han registrado avances; sin embargo, en el rubro “pobreza extrema” persisten los niveles registrados en 2016
Agencia Excélsior
Chiapas sigue siendo la entidad con mayor proporción de personas en pobreza en el país, y a pesar de las reducciones que se han conseguido en los últimos años, al menos dos de cada tres de sus habitantes siguen estando en esa condición. Adicionalmente, los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestran que, en materia de pobreza extrema, en Chiapas persisten prácticamente los mismos niveles que había en 2016.
De acuerdo con el Coneval, en 2016 se estimó que 77.9% de la población de Chiapas vivía en condiciones de pobreza; en 2018, el indicador fue de 78%; para 2020 disminuyó a 75.5%; mientras que en 2022 el dato se ubicó en 67.4% de los habitantes de la entidad.
En lo que respecta a la pobreza extrema, los avances no son siquiera remotamente similares: en 2016, 29.6% de la población estatal se ubicó en el umbral de ingresos insuficientes para que, aun destinándolos en su totalidad a la adquisición de una canasta alimentaria, no serían suficientes para hacerlo. En 2018, el indicador fue de 30.6%; en 2020, se ubicó en 29%; mientras que en 2022, el porcentaje fue de 28.2 por ciento.
De acuerdo con los propios datos del Coneval, si se suma a la población no pobre y no vulnerable, la cifra es de un solo dígito. En efecto, en 2016 sólo 6.7% de las y los habitantes de Chiapas era no pobre y no vulnerable; en 2018, el porcentaje fue de 6.8%; en 2020 subió a 7.1%; mientras que en 2022 se llegó apenas a 8.1%; es decir, en Chiapas, 92 de cada 100 personas son pobres o vulnerables por carencia social.
Profundas carencias
Los avances sociales en Chiapas son casi nulos, si se considera la información del Coneval para el periodo de 2016 a 2022. En primer lugar, en materia de rezago educativo, el dato para el primer año referido fue de 30.2%; en 2018 pasó a 31.2%; en 2020 creció a 32.5%; mientras que en 2022 fue de 31.1%; es decir, casi una de cada tres personas de la entidad en esa condición.
El peor retroceso que se ha tenido en Chiapas se dio en el ámbito de la salud, pues, en 2016, 15% de sus habitantes no tenía acceso a la afiliación a ningún sistema; en 2018, el indicador fue de 17.6%; en 2020 el dato fue de 37.1%; mientras que para 2022, el porcentaje fue de 66.1 por ciento.
Por su parte, la carencia por acceso a la seguridad social pasó de 81.9% en 2016; a 83.1% en 2018; a 78.9% en 2020 y a 77.9% en 2022.
En las otras carencias, los avances son igualmente marginales. En lo que respecta a la calidad y espacios de la vivienda, se pasó de un 24.5% de la población con esa carencia en 2016, a 23.6% en 2018; a 20% en 2020; pero subió una vez más a 22.1%, en 2022.
Y en lo relativo a la carencia de servicios en la vivienda, 52.3% estaba en esa condición en 2016; pasó a 57.1% en 2018; a 55.8% en el 2020 y a 50.8% en 2022.