Con trece relatos que abrevan de lo fantástico y lo absurdo, la autora publica una antología que reflexiona sobre los límites de la vida ordinaria
Agencia Excélsior
Con trece relatos cotidianos que abrevan de lo fantástico y lo absurdo, la escritora Diana del Ángel (CDMX, 1982) publica Periferia, antología que condensa escenas de la vida cotidiana, donde desfilan curanderas de barrio, académicos, sicarios con esperanza, instituciones disfuncionales, rituales urbanos y viajes en combi que no llegan a ninguna parte.
Algo que me interesaba mucho en esta antología era retratar una periferia distinta de la que muchas veces es representada en la literatura. en la cinematografía o en la televisión, que se enfoca en la marginalidad, la precariedad, la pobreza y la violencia, pues, aunque todo esto existe, también existe esa imaginación y esa ternura que, para mí, es muy importante recuperar y unir a este concepto de periferia”, dice en entrevista la autora.
Sin embargo, lo fantástico es uno de los ingredientes esenciales en este volumen.
En estos cuentos, lo fantástico es como un deslizamiento de lo cotidiano a algo que parece extraño, pero que, en efecto, ocurre.
Pienso, por ejemplo, en esa práctica de llevar un celular de repuesto, que es súper común en quienes viajan de Ecatepec a Indios Verdes o de Naucalpan y Cuautitlán al Toreo, pero cuando se lo cuento a personas de otros lugares, les parece algo muy extraño.
Y sí lo es como esa estrategia que nos hemos inventado para sobrevivir ante la realidad, que es imposible de cambiar”, asegura.
Así que este volumen incluye esas historias de quienes habitan en la periferia y están en ese umbral de lo cotidiano, lo fantástico, lo ficticio y lo extraño.
Para la también autora de Procesos de la noche y Lengua Hierba esta antología también recupera aspectos relacionados con los rituales del pasado.
En cierto modo, hay cuentos que también están vinculados con el vacío espiritual, que es propio de las grandes metrópolis y de sus periferias, que derivan en prácticas y remedios como el new age”.
También aparece ese chico que nos dice que vendrá Quetzalcóatl y debe preparar todo para su retorno; otro caso es el de las Brígidas, que son esas mujeres que tiene claramente una raigambre más asentada en prácticas de curación que han sido transmitidas de una generación a otra”, explica.
¿En estos relatos su punto de partida fue el mundo cotidiano?, se le pregunta a la escritora. “Mi punto de partida es lo cotidiano y también, pese a que hay esta parábola por lo fantástico, también me gustaría que fuera el punto de llegada, de alguna manera, como regresar a mirar lo cotidiano, pero después de este viaje por la extrañeza. Ésa es la apuesta de estos cuentos”.
Finalmente, Diana del Ángel refiere que en sus relatos se pueden encontrar distintas alusiones y referencias a autores como Franz Kafka, Julio Cortázar y Amparo Dávila, y asegura que le gustaría que sus cuentos se inscribieran en la tradición latinoamericana y en la mexicana.