miércoles, noviembre 27, 2024

Museo Amparo potencia trazo de la obra de Antonio Ruiz El Corcito

La muestra, que se inaugurará mañana, incluye algunos de los recientes hallazgos en torno a este pintor mexicano, uno de los referentes del siglo XX

Agencia Excélsior

Con una renovada lectura sobre la obra de Antonio Ruiz El Corcito (1895-1964), considerado uno de los pintores mexicanos más importantes del siglo XX, se presenta la exposición retrospectiva El Corcito. Montajes y escenas del México moderno, que se inaugurará mañana en el Museo Amparo, en Puebla, y que incluye algunos de los recientes hallazgos en torno a su trabajo artístico, como la relación que sostuvo con el teatro, el cine y la arquitectura.

Dichas facetas, recuperadas por primera vez con la indagación de los curadores Dafne Cruz Porchini y Luis Vargas Santiago, académicos del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, incluye 47 pinturas y 82 piezas, entre dibujos, pinturas, maquetas y fotografías, muchas de las cuales se presentan por primera vez, así como algunos facsimilares, detalló a Excélsior Luis Vargas.

A menudo, la obra de El Corcito ha sido definida como una suerte de pintura moderna y vernácula, se ha destacado el tamaño de sus piezas, su habilidad como miniaturista y el sentido del humor como claves de su trabajo, detalló Vargas. “Sin embargo, lo que encontramos Dafne Cruz Porchini, cocuradora de la muestra, y yo, es que El Corcito  tuvo una importante relación con el cine, el teatro y la arquitectura, disciplinas que  influyeron en su forma de componer historias en sus cuadros.

“Encontramos mucha riqueza adentrándonos en el archivo del artista —en el Getty Research Institute de Los Ángeles—, y descubrimos que el artista trabajó haciendo mapas y planos en la Secretaría de Obras y Transportes, que participó en las misiones culturales de la SEP, que impartía clases y talleres teatrales para chicos de instrucción primaria”, comentó.

Además, exploraron el momento en que El Corcito decidió hacer “el sueño americano”, cuando se muda a Los Ángeles para trabajar en Hollywood. “No le fue tan bien como él esperaba, pero se enfrentó al mundo de las escenografías y creemos que todo eso influye radicalmente en el trabajo que, posteriormente, realizará cuando vuelve a México, hacia 1927, donde empieza a trabajar directamente con compañías cinematográficas, como la de Fernando de Fuentes e, incluso, hace escenografías para la cinta Vámonos con Pancho Villa, pero también empezó a trabajar con compañías de ballet y teatro”, abundó.

Así que el artista concretó una conexión vital entre su pintura, la escena y los montajes teatrales aseveró el curador, para dar vida a escenas monumentales, pero en pequeñas dimensiones.

“Su entendimiento espacial venía de la arquitectura, del diseño de escenografía y de las maquetas que compuso de forma tradicional y con una perspectiva renacentista”.

Los curadores avanzaron hacia un análisis de algunas obras con apoyo del Laboratorio de Diagnósticos de Obras de Arte del IIE de la UNAM.

“Hicimos estudios de imagenología, de pigmentos, rayos X y otros estudios en dos cuadros de la Galería de Arte Mexicano. El más famoso es La Malinche o El sueño de la Malinche y lo analizamos, pero al desmontar el cuadro de su marco, descubrimos que muchas obras de El Corcito están pensadas como óleos, pero en realidad  son temples. Además, él pintaba con pinceles de una o dos cerdas, los cuales él mismo preparaba, al igual que sus pigmentos”.

Y al hacer una revisión de microscopía a los cuadros hallaron otros secretos. “Se dice que El Corcito podía tardar seis meses o un año en una pintura de 30 centímetros de altura y que hacía un dibujo preparatorio. Y lo que demostraron los estudios es que también realizaba cambios de último momento.

“Debajo del cuadro de El sueño de la Malinche, su cuerpo emula la pirámide de Cholula, El Corcito puso una bacinica, que después borró. Podemos relatar detalles que nos permiten leer a El Corcito como alguien interdisciplinario”.

La muestra, que permanecerá expuesta hasta el 4 de noviembre y que no viajará a la Ciudad de México, se divide en seis núcleos temáticos: Teatros y escenografías, Universos femeninos, Vestuarios, Personajes del México moderno, La mirada cinematográfica y Producción mural, que incluye la reproducción a gran escala de un mural destruido, que el artista pintó para el Sindicato Mexicano de Trabajadores de la Industria en 1935.

El dato

La exposición El Corcito. Montajes y escenas del México moderno estará abierta al público hasta el 4 de noviembre en el Museo Amparo, ubicado en Calle 2 Sur 708, Centro, Heroica Puebla de Zaragoza, Pue.