Activistas destacan que hay alrededor de 50 familias desplazadas de la comunidad de San Clemente; denuncia que han matado a niños
Agencia Excélsior/SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.
En la comunidad de San Clemente, del municipio de Pantelhó, la escuela primaria fue cerrada ante la violencia que enfrentan los habitantes, quienes decidieron irse para poder salvar la vida, y en este momento se desconoce si iniciaran el ciclo escolar 2024- 2025.
Desde hace 10 meses, las aulas permanecen cerradas, ya que por la falta de seguridad los maestros no llegan a la región.
De acuerdo con el representante de Derechos Humanos en la región de Pantelhó y Chenalhó, Reynaldo Pérez Pérez, son alrededor de 50 familias desplazadas de la comunidad de San Clemente, pero sólo hay alrededor de ocho que se mantienen en el lugar y que no han querido salir.
De hecho, la escuela dejó de laboral a raíz de los ataques propiciados por la banda criminal Los Herreras, los niños no concluyeron el ciclo escolar por temor a sufrir una agresión armada y ahora las familias no han regresado.
“No sabemos si reanudarán las clases, porque en este momento no hay condiciones”, sostuvo y acusó que los criminales han asesinado a niños y niñas y no hay responsables por esos delitos.
Pese a ello, dijo, la situación en San Clemente es tranquila. Las cosas están difíciles en Tzanembolom y La Esperanza, del municipio de Chenalhó. En Tzanembolom hay un destacamento militar, pero sólo de 20 elementos y las familias encerradas en la escuela son rehenes de los criminales, quienes buscan liberar bajo presión contra el gobierno a un homicida.
El presuntos responsable se llama Felipe, está acusado por homicidio calificado en agravio de Prudencio “N”, quien era de oficio moto taxista, en el lugar. Por lo que la banda de Los Herrera, buscan liberarlos bajo presión y mantienen como rehenes a las familias dentro de la escuela de Tzanembolom, sostuvo PérezPérez.
Felipe “N” se encuentra recluido en el penal 14 conocido como El Amate y ha confesado ante el juez correspondiente su delito en varias ocasiones, por lo cual está comprobado el hecho; sin embargo, una fracción de la comunidad de Tzanembolom que apoya a Los Herreras niega que sea culpable.
Es por ello que el grupo de soldados que ingresó a Tzanembolom fue corrido por mujeres que portaban palos y piedras. Hasta el momento, los soldados sólo llegaron a dejar comida a un grupo de 20 militares y éstos le compartieron de sus alimentos a los rehenes.
El número de soldados no puede hacer nada por estar superados en número y por ello las mujeres, hombres, niños, niñas y personas de la tercera edad permanecen en la escuela y ahí van a permanecer hasta que no haya violencia.