Especialista afirma que representa a amplios sectores sociales que rechazan al progre-globalismo y al socialismo actual y hegemónico
Agencia Excélsior
Luego de los resultados electorales del 2 de junio, que dieron una clara victoria a la coalición de centro-izquierda que encabeza Morena, y el declive del PAN, como el único partido que se define como de centro-derecha, distintos liderazgos conservadores empiezan a reconfigurarse para representar a la “nueva derecha mexicana”.
Tras el ascenso de Donald Trump en Estados Unidos, en México algunos de sus seguidores como el productor de cine Eduardo Verástegui, quien ha sido asesor del republicano, así como el expriista Juan Iván Peña Neder, encabezan proyectos para representar a los mexicanos que se identifican con la derecha.
El consultor político Raúl Tortolero Crespo en entrevista con Excélsior descartó que Verástegui pueda conformar un nuevo partido tomando como base la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC), que opera en el continente, pues ello no sería necesario si el PAN regresa a su ideología original.
De hecho, el analista también prevé que el PAN, al disolver su alianza con el PRI y el PRD, dará un giro nuevamente a la derecha, si es que el nuevo dirigente de Acción Nacional es Jorge Romero Herrera.
A la par, el partido local de Chihuahua, México Republicano, el cual se identifica con los postulados del Partido Republicano de Estados Unidos, intentará buscar el registro nacional, aun cuando no alcanzó el 3% de los votos locales en ese estado.
LA NUEVA DERECHA
Contrarios al “progresismos”, quienes se asumen como la “nueva derecha” buscan ganar terreno en América Latina, frente al “populismo” o el socialismo real que abanderan proyectos como el “chavismo” en Venezuela o las políticas que impulsó Evo Morales en Bolivia.
La agenda conservadora enarbola siete pilares: la defensa de la fe; de la vida desde la concepción; de la familia natural; de la propiedad privada; de la patria; de las libertades y de los derechos universales.
En el caso de México, de acuerdo con Raúl Tortolero, autor del libro La Nueva Derecha: El Retorno de Dios a la Cultura, ante el Supremacismo Progresista, esta ideología tiene cabida en México porque en la historia nacional los movimientos de derecha han sido reprimidos.
La Nueva Derecha tiene un gran futuro porque representa a amplios sectores sociales que rechazan al progre-globalismo y al socialismo actual y hegemónico, y que vienen de familias católicas, cristianas, que son el 88% de la población. Además, somos una derecha popular, no queremos divas aquí, ni elitismo o clasismo alguno.
México viene de casi 200 años de un liberalismo anticristiano, anticlerical, al que luego se suman líneas del marxismo, que impregnó la Guerra de Reforma, la Revolución, al gobierno en la Guerra Cristera, y al PRI y Morena en los siglos XX y XXI. Por eso tenemos que reconstruir el tejido social y oponernos a las cadenas rojas desde los valores cristianos”, manifestó.
Tortolero Crespo indicó que la Nueva Derecha no es un invento, sino la derecha auténtica de la cual se ha alejado el PAN, en su reciente alianza con el PRI y el PRD, partidos más cercanos al espectro ideológico de izquierda.
Tortolero Crespo, quien formó parte del equipo del CEN del PAN, durante la dirigencia de Gustavo Madero, indicó que en tiempos de la 4T, pareciera que Acción Nacional decidió alinearse a la doctrina ideológica dominante, dejando a un lado los preceptos de su fundador Manuel Gómez Morin.
¿VIRARÁ EL PAN A LA DERECHA?
Desde la perspectiva de Raúl Tortolero, también autor del libro La Contrarrevolución Cultural frente al Marxismo Posmoderno, para el PAN dar un giro a la derecha es de vida o muerte, porque una de las razones por las que perdió seguidores es por abandonar sus principios demócrata-cristianos.
De los candidatos a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, los diputados Jorge Romero y Adriana Dávila, y los senadores Kenia López y Damián Zepeda, sólo Romero Herrera, ha expresado su intención de regresar el PAN a sus orígenes ideológicos.
En cerca de 15 entrevistas, Jorge Romero ha asegurado que es provida y profamilia y que desea que el PAN regrese a sus orígenes, a sus principios de doctrina vigentes, tanto como a tener una agenda social, frenar el megaasistencialismo socialista electorero de Morena, y retomar la defensa de la auténtica democracia, el federalismo y la lucha anticorrupción.
Estoy seguro que la inmensa mayoría de liderazgos estatales y municipales de Acción Nacional son conservadores, no progres ni socialistas”, dijo el analista político a este diario.
A más tardar en noviembre, el PAN deberá renovar la dirigencia que actualmente ocupa Marko Cortés, quien a partir de septiembre tendrá un escaño en la Cámara de Senadores.
VERÁSTEGUI Y VIVA MÉXICO
Con ideas cercanas al “creacionismo”, el cual abandera un ala del Partido Republicano de Estados Unidos, entre ellos Donald Trump, el Movimiento Viva México, fundado por el productor y actor de cine Eduardo Verástegui busca convertirse en el Partido Conservador en 2025.
Verástegui, quien buena parte de su actividad de los últimos años la ha realizado en Estados Unidos, ha sido una de los activistas hispanos que han respaldado al expresidente republicano Donald Trump, como miembro de la Comisión Asesora para la Prosperidad Hispana.
Al igual que Trump y el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, Eduardo Verástegui es integrante de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), del cual forma parte su Movimiento Viva México.
La CPAC reúne entre sus filas a políticos de corte conservador, sin distingos si son cristianos-evangélicos como Donald Trump o Jair Bolsonaro, o si son fieles creyentes católicos como Eduardo Verástegui.
En 2019, Eduardo Verástegui fundó el Movimiento Viva México, una organización católica enfocada en la promoción de políticas públicas de corte conservador, a la educación, desarrollo económico, familias y juventud.
La nueva derecha, de la cual forma parte Verástegui pone a Dios al centro de la vida, y es una derecha popular, es decir, cercana a la clase trabajadora y a las clases medias, pro hispana y, en mucho, cristera”, dijo Tortolero.
Sin embargo, el consultor político mostró su escepticismo de que existan posibilidades reales para crear un nuevo partido en México de corte conservador como lo ha planteado Eduardo Verástegui.
Pensamos que no hay necesidad de abrir un partido más, cuando contamos con el PAN, que está consciente del fracaso que significó querer ganarle a Morena rebasándola por la izquierda con Xóchitl Gálvez, y con su agenda gemela que no se oponía al aborto, y promovía el supremacismo LGBT y feminista, y la ideología de género.
Se deben rechazar las ideologías de moda, las mismas que llevarán al fracaso a Kamala Harris, y que han generado el resurgimiento de las derechas en Europa y América”, manifestó Tortolero Crespo.
PARTIDO REPUBLICANO
El expriista Juan Iván Peña Neder, presidente del partido México Republicano, que no logró mantener el registro local en Chihuahua, al obtener menos de 3% en las elecciones del 2 de junio, buscará, sin embargo, convertirse en partido nacional en 2025.
Peña Neder, quien también ha formado parte de Nueva Alianza y de Redes Sociales Progresistas, ahora se identifica con el conservadurismo y la derecha política en el país.
Aquellos que con sorna creen que el conservadurismo pronorteamericano en México no puede constituir un partido y gobernar, viven en otra realidad, además de lógica carecen de datos, ¿Les duele? Ni modo, gobernaremos”, dice en su cuenta oficial de Twitter.
México Republicano dice contar con un millón de afiliados en el país y otros miles de hispanoamericanos en Estados Unidos.
De acuerdo con el escritor en materia política, Raúl Tortolero, si cada movimiento de la Nueva Derecha, como este partido, se constituyera en partido político se fragmentaría la posibilidad de que esta postura política obtuviera triunfos verdaderos.
No es fácil fundar nuevos partidos. Eso implica muchísimo esfuerzo, firmas, asambleas, tiempo y dinero. Y antes que hacerlo como un capricho hay que estudiar a fondo la viabilidad del proyecto, establecer principios con claridad y sostener una agenda.
Hay varios liderazgos que piensan abrir nuevos partidos, pero no veo que por separado tengan la fuerza para lograrlo, y a varios tampoco les gusta hacer equipo. Además de México Republicano, tenemos también al Ejército Cristero Internacional, que lucha contra el movimiento woke, el progre-globalismo, o contra el comunismo”, refirió el escritor.
¿Y SI GANA TRUMP?
De acuerdo con el analista político Raúl Tortolero, si el republicano Donald Trump llegara a ganar las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre próximo, ello no influiría para fortalecer a la derecha mexicano o crear un nuevo partido de corte conservador.
Si Trump quisiera, desde 2016, que llega al poder, ya hubiera podido impulsar en México un partido a su gusto, pero no lo hizo, ni lo hará. No es tan tonto como para estar dividiendo al conservadurismo mexicano, fragmentando a la derecha conservadora.
Para el movimiento Make America Great Again (MAGA) es preferible poder afianzar una relación con el PAN, o al menos con el ala más conservadora del PAN, la que coincide con la agenda del Partido Republicano: defensa de la democracia y la libertad, combate al socialismo, al progre-globalismo, a la ideología de género, al supremacismo LGBT”, comentó el analista.
Tortolero Crespo indicó que en México radican simpatizantes norteamericanos de Donald Trump, quienes por tradición mantienen buenas relaciones con el gobierno en turno y con el PAN, manteniéndose al margen de participar en la política local.
Nosotros tenemos muy buena relación con diferentes conservadores norteamericanos, como el embajador de Estados Unidos en México en el gobierno de Trump, Christopher Landau, con Jason Miller, el estratega senior de comunicación de Trump.
Con el representante republicano Dan Crenshaw, con Larry Rubin, el representante del Partido Republicano en México, entre otros, con quienes se puede dialogar para construir una agenda conservadora binacional de solución a problemas urgentes”, concluyó el especialista.