lunes, noviembre 25, 2024

Desapariciones se quedan sin frenos; niñas, las más afectadas

Desde 1952 hay más de 115 mil personas que no regresaron a casa, de las cuales el 42% ocurrió de diciembre de 2018 al 27 de junio de 2024, según cifras del Rnpdno

Agencia Excélsior

Cada día hay más hijos, esposos, hermanos y padres que no llegan a sus casas, por lo que la cifra de desaparecidos sigue creciendo, ya que desde que se tiene registro (1952), hay más de 115 mil personas en esta condición, de las cuales, 42%, es decir, 49 mil, ocurrieron sólo en lo que va de esta administración, de acuerdo con cifras del Rnpdno.

Este año, hasta el 27 de agosto, van ocho mil 236 personas sin que se sepa de su paradero, de las cuales, cinco mil 599 son hombres (62.98%), dos mil 633 son mujeres (31.97%) y cuatro “indeterminados” 0.05%).

Y el panorama sigue siendo negro, la apatía, la impunidad y la burocracia no dan tregua, cada día aumentan los desaparecidos, por tanto, incrementan los colectivos de búsqueda, cada día hay más madres con hijos ausentes en casa y la desesperación más grande es ver que las autoridades no hacen su trabajo y, en muchas ocasiones, inhiben nuestra labor”, denunció la activista y madre buscadora Cecilia Flores, Ceci Flores, como es conocida.

De 1952 al 27 de agosto de 2024 se han registrado 115 mil 669 personas desaparecidas y no localizadas; sin embargo, el 42.41% pertenecen a este sexenio, es decir, que México conmemora hoy (30 de agosto) el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, con 49 mil 63 personas de 0 a 80 años que no se sabe dónde están.

A través de una consulta realizada por este diario a la plataforma del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno), se halló que en diciembre de 2018, luego de que la banda presidencial fue transferida, 473 personas se ubicaban ya en esta condición; en 2019, la cifra fue de ocho mil 305 casos; en 2020 y 2021, en plena pandemia de covid-19, los números apenas si tuvieron un ligero decremento pese al “quédate en casa”, al pasar a siete mil 475 y siete mil 587, respectivamente; en 2022 hubo siete mil 461; pero en los años posteriores, los números por desaparición se agravaron, ya que el año pasado la plataforma acumuló nueve mil 527 reportes y tan sólo de enero al 27 de agosto de 2024, faltando cuatro meses para que culmine el año, suman ocho mil 235 personas, por lo que, de seguir dicha tendencia, al finalizar 2024 se podrían superar las 10 mil desapariciones.

Por lo que al sumar dichas cifras, en lo que va de esta administración suman 49 mil 63 personas desaparecidas, de las cuales, 76.06% son hombres, 23.63% son mujeres y 0.31% fueron catalogadas como “indeterminado”.

Más de 49 mil desaparecidos en este sexenio, “¿qué está pasando, en qué país estamos viviendo? Vivimos aterrorizadas; dice el Presidente que no hay terrorismo, ¡sí lo hay!, y no lo quieren aceptar. Todas las familias que tienen desaparecidos y hasta las que no los tienen vivimos aterrorizadas en qué momento nos puede tocar. Hay padres que dicen ‘yo no duermo hasta que mi hijo vuelva, ya sea de la escuela, de trabajar, hasta que vuelve estoy tranquila’.

Vivimos aterrorizados en un país en el que los cárteles están ganando, pues mientras haya terror o miedo ellos siguen avanzando, ellos ganan la lucha”, destacó Flores.

Señaló que, por ejemplo, en Sonora, “muchas personas están huyendo de sus lugares de origen por el terror que los criminales están infundiendo al desaparecer a sus familiares”.

En lo que va de esta administración, son 12 estados los que acumulan más de 50% de los casos, y Guadalajara encabeza la lista, con  seis mil 38 personas desaparecidas y no localizadas, luego le siguen el Estado de México, con cinco 207 (2,002 son mujeres); Michoacán (3,568), CDMX (3,493), Nuevo León (3,277), Tamaulipas (2,962), Zacatecas (2,588), Sinaloa (2,208), Veracruz (2,404), Sonora (2,151), Guerrero (1,528) y Guanajuato, con mil 374 casos, quienes en conjunto suman 36 mil 798 personas desaparecidas y no localizadas.

En contraste, las cinco entidades con menos casos son Campeche, con 64; Yucatán, 78; Tlaxcala, 103; Aguascalientes, 227, y Colima, 292.

Del total de los desaparecidos de 0 a 17 años de enero al 27 de agosto de 2024, las mujeres son las más afectadas, al acumular mil 199 casos, contra 744 hombres y tres “indeterminados”, sumando mil 946 sin que sus familias sepan dónde están.

Ante ello, la madre buscadora resaltó que no todas las personas de menos de 17 años que no han vuelto a casa están ligadas o han sido reclutadas  o han sido desaparecidas por el narco, pues “también hay desaparecidos por las autoridades, lo tenemos bien confirmado, en la desaparición de mis hijos hay autoridades involucradas y se confirmó con videos. Hay muchas familias que tienen videos de cómo algunos de sus miembros fueron llevados por las autoridades, de las fiscalías o del Estado, de distintos órdenes de gobierno, todos le echamos la culpa al narco y en muchas ocasiones no todo es el narco ni todo son los cárteles, también hay parejas que matan a sus esposas y las entierran en los patios de sus casas.

Hemos hallado muchos casos en los que los esposos denuncian la desaparición de la mujer y resulta que ellos las tenían sepultadas en sus casas”.

Ceci Flores estima que muchos de los desaparecidos están en fosas clandestinas, “porque nos han tocado casos en los que 10 de 100 sí habían sido reclutados por el narco, pero el otro 90 no, muchos son sepultados clandestinamente, muchos son calcinados clandestinamente. Cuando hemos realizado búsquedas nos hemos encontrado con lugares donde hay camas y camas de cenizas”, por lo que, a su juicio, muchos de los desaparecidos están en fosas.

De 2015 a la fecha hemos encontrado casi tres mil víctimas en fosas clandestinas y más de tres mil personas localizadas sin vida en distintos puntos del país”, aseveró.

Descanso: El grave impacto en los hijos de las víctimas

Recordó al gobierno que no se olvide que cada desaparecido, en promedio, llega a dejar hasta cinco hijos en orfandad, por lo que dijo que el tema de los huérfanos es muy importante, “en mi caso, tengo cuatro nietos que mi hijo dejó y lucho porque mis nietos no sean unos delincuentes”.

Lamentó el profundo impacto psicológico que dejan las desapariciones de los padres en los hijos, pues “¿sabes qué le piden a Santaclós los niños en las cartitas que nos entregan en las posadas? Que cuando crezcan sean ‘sicarios’ para matar a las personas que se llevaron a sus papás. Entonces, eso es lo que queremos evitar, no queremos que se queden sin estudiar para que no sea conviertan en delincuentes”, finalizó la madre buscadora.

“Dejé de comer, de dormir, la vida te cambia”

A casi 4 años de no saber del paradero de Yafet I. sus familiares siguen sin saber cómo desapareció. La Fiscalía de Puebla se atoró en los avances.

Yafet, de 27 años, era chef y cursaba su segunda carrera, arquitectura, igual que su madre, Teresa J., quien lo definió como un hijo de buenas costumbres y alejado de cualquier adicción.

La última vez Yafet fue visto el 21 de octubre de 2020 tras dejar a su abuela materna en su domicilio, en Puebla, luego de que ambos viajaron a Pachuca, Hidalgo, a realizar un levantamiento para una casa.

Él iba realizar los planos estructurales, según los reportes.

Teresa narra a Excélsior que Yafet se encontraba en casa de su abuela cuando recibió una llamada y abandonó el lugar, al parecer, rumbo a su domicilio, cerca de las 8 de la noche.

Quedó en llamar al día siguiente. En casa de su abuela dejó una maleta con ropa. Ese fue el último día que ellos lo volvieron a ver.

A través de una cámara de una tienda Oxxo, cerca de su domicilio, captaron cuando Yafet entra, compra y luego se retira.

Le llamé más tarde y no tuve éxito, pero ya no insistí, así que esperé a que el siguiente día me hablara, pero no lo hizo. El sábado y domingo estuvimos insistiendo y nada. El lunes le pedí a mi mamá que acudiera al domicilio de mi hijo a buscarlo, ya presentía algo, pero no estaba en su casa.

Tuve que pedir permiso en mi empleo, en la CDMX, para regresar a Puebla a buscar a mi hijo. Desgraciadamente uno no está preparado para este tipo de cosas”.

Posteriormente, la policía se comunicó con ellos y les informaron que habían localizado el auto de su hijo, el cual estaba abandonado en media carretera. Les explicaron que la unidad había sido hallada desde el sábado.

Obviamente ya lo habían registrado, hallaron su celular y una computadora”. Teresa explica que alguien tuvo acceso al teléfono de su hijo, cree que alguien lo obligó a darles acceso para borrar mensajes y otros registros. “Ahí comenzó mi viacrucis”, narró.

Dejé de comer, de dormir, la vida te cambia, empecé a investigar”

Teresa señala que su hijo no tenía enemigos; sin embargo, había sido amenazado por un sujeto que estaba ligado a una exnovia. “Este sujeto lo amenazó, pero jamás pensamos que le llegara a hacer algo. Él tiene dinero, varios negocios, es el principal sospechoso, pero aunque la Fiscalía lo llamó a declarar sigue libre. No hay ningún señalamiento contra él por parte de las autoridades. Fueron citados él, la exnovia y dos personas más, pero la Fiscalía no tiene ningún otro avance”.

Ante ello, Teresa de Jesús llamó a las autoridades a no olvidar su caso y ayudarla a encontrar a su querido hijo”.

“Mi hijo fue reclutado”;  tiene déficit de atención

Margarita narra las dificultades que vivió con su hijo Christopher; sin embargo, fue directa: “Mi hijo fue reclutado, él quería ser matón y vender vicio”. Tras ser presuntamente incorporado a las filas del crimen organizado no volvió a saber de él.

La señora Mago explicó que Christopher  tuvo una niñez difícil, “pues mi hijo fue diagnosticado con déficit de atención e hiperactividad. Donde vivíamos teníamos muchos problemas, porque él desde niño era agresivo y grosero con las vecinas”.

Mago era madre soltera y a los 17 años, Christopher decidió irse de casa y se fue a vivir con su abuela. Dejó los medicamentos que atendían su condición y comenzó a consumir mariguana, se volvió más rebelde y no tenía amigos.

Su mundo era el exbox y el teléfono. ¿Con quién platicaba?, quién sabe. No le gustaba que le dijeran nada, tenía problemas con la autoridad.

Empezó a decir que se iba, que quería ser matón, que quería vender vicio (drogas), que tenía contacto con alguien que los reclutaba. Mi hijo tenía tres años de retroceso mental, siempre hablaba loqueras, entonces la familia de mi mamá sólo le daba el avión”.

Mago relata que tenía tiempo que su hijo no le hablaba, por lo que acudió a casa de su mamá a visitarlo. También asegura que Christopher vivía con la condición de bipolaridad.

Acudí porque había días que si se enojaba no me hablaba. Lo fui a visitar y me encontré a un tío que me expresó su preocupación, porque Christopher ya tenía varios días diciendo que se iba a ir, que iba a ser reclutado, que iba a usar armas y ropa táctica”.

Ante ello acudió otro día a visitarlo, un sábado, y lo encontró arreglado, con una maleta lista porque ya se iba.

Me dijo, ‘mira mamá, tú ya hiciste tu vida, déjame hacer la mía, pero no te preocupes, yo te voy a avisar a dónde voy a ir, en el momento en el que llegue yo te voy a avisar’, así que se marchó el 25 de junio de 2021, a la edad de 21 años”.

Alguien lo esperaba en la Central Camionera, desde donde partirían hacia Puerto Vallarta, Jalisco.

Al llegar a su destino le dijo a su madre que avisara  todos sus familiares que ya estaba en Puerto Vallarta y que a partir de ese momento ya no volverían a tener contacto. Le mandó mensaje a través de una cuenta de Facebook que no le pertenecía a él y que, posteriormente, descubrió que le pertenecía a una persona que también estaba desaparecida.

Yo creo que tanto Christopher como esa persona iban para el mismo lugar, porque después descubrí que la cuenta de Facebook pertenecía a una persona que también estaba desaparecida. La hija de este hombre logró tener acceso a la cuenta y me explicó que su padre estaba desaparecido”.

En el mensaje que me mandó mi hijo me pidió que “ya no me busques más”.

Desde entonces perdí contacto con mi hijo, presenté la denuncia casi un año después, mi familia no quería que denunciara porque temían que le hicieran algo a Christopher o a mi misma familia si denunciaba, debido a que se había ido con ‘personas malas’.

Desde entonces no he vuelto a saber de mi hijo, está desaparecido. Soy una persona de escasos recursos, yo vivo en Cuautepec, en la Ciudad de México, y no tengo los recursos para viajar a Puerto Vallarta a buscarlo”.

A tres años de que Christopher “decidió” unirse a las filas del crimen organizado, Mago no ha vuelto a saber de él.

Salió de Venezuela en busca de mejorar; se perdió en León

Marbella dejó su natal Venezuela el 27 de diciembre de 2020 en busca de un mejor futuro y lo encontró en León, Guanajuato.

En entrevista telefónica con Excélsior desde Venezuela, María N., madre de Marbella, relató a Excélsior que su hija encontró trabajo a los pocos días de haber llegado a San Juan de los Lagos, Jalisco, en una residencia de adultos mayores.

De profesión licenciada en enfermería, Marbella estuvo trabajando dos años en ese centro hasta que conoció al médico mexicano Eduardo Tobón, con el que contrajo nupcias y se mudó a León, Guanajuato, donde su esposo le instaló un geriátrico para que ella pudiera trabajar.

El 2 de septiembre del año pasado, Marbella salió de su residencia, ubicada en Lombardía, en León,  a las 2 de la tarde, en un uber y nunca más volvió a ser vista.

Tras su desaparición, a los pocos días el esposo de Marbella, Eduardo T., se comunicó con doña María, quien ya se le había “hecho raro que no me llamara, porque hablábamos casi todos los días”.

El 3 de septiembre, una amiga de Marbella, con quien trabajaba en el geriátrico, recibe un mensaje de Marbella en la que le dice que se fue a Cancún, Quintana Roo, desde donde partiría de regreso a Venezuela.

La desaparición de la venezolana se tornó sospechosa en ese momento, “cosa que es falsa, porque el marido fue a Migración a pedir informes si había abandonado el país, y no se halló ningún registro de que hubiera abandonado México.

Comenzó la búsqueda, el esposo interpuso una denuncia por desaparición a la Fiscalía de Guanajuato”.

La señora María narra que tuvo una entrevista con personal de Fiscalía, quienes le informaron que se realizaron peritajes en la residencia de Marbella así como en el geriátrico, se entrevistó a varias personas “y hasta el momento no hemos tenido ninguna respuesta contundente donde mi hija pudiera estar”, explicó con la voz entrecortada.

La madre de la joven, rompió en llanto y explicó que en diciembre pasado vino a México con muchas dificultades dada su situación económica.

Me reuní con los fiscales, se renovaron las investigaciones… fui a Guanajuato, a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, donde colaboraron mucho, pero sólo pude estar 13 días y tuve que regresar a Guanajuato. En enero cambiaron de personal, aunque he estado en contacto con ellos.

Es muy doloroso, es un sufrimiento muy grande, muy fuerte… yo no busco culpables ni juzgo, sólo pido que me regresen a mi hija sana, salva, con vida. Ya casi es un año (el cual se cumple el próximo lunes), yo lo único que pido a las personas que se la llevaron que se pongan la mano en el corazón y reflexionen, esta familia venezolana está sufriendo, ya no tenemos paz ni tranquilidad. En este hogar se ha vuelto difícil vivir, ya no puedo hacer nada por la ansiedad, carecemos de recursos económicos, ustedes saben lo que pasa en Venezuela, la situación que estamos viviendo, para nadie es un secreto cómo estamos viviendo los venezolanos… no puedo volver en este momento a México a buscar a mi hija porque no tenemos el recurso, los salarios son muy deprimentes, no alcanzan.

Quisiera unirme a algún colectivo de madres buscadoras, pero no tengo los recursos para volver a México.

Ante ello, María V. pidió el apoyo del gobierno mexicano y de organizaciones para que pueda volver a México y seguir buscando a su hija.