domingo, noviembre 24, 2024

Ofrece disculpa por matanza; “Hechos como ése no pueden repetirse”

La presidenta Sheinbaum instruyó a la titular de la Segob, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, a pedir perdón a las víctimas del 2 de octubre de 1968.

Agencia Excélsior

En la primera conferencia mañanera de Claudia Sheinbaum al frente del país se habló sobre los actos de violencia cometidos el 2 de octubre de 1968 por el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz.

En este contexto, la primera presidenta de México instruyó a la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, a ofrecer una disculpa pública a nombre del gobierno a 56 años de dichos actos.

En cumplimiento a la instrucción de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y con la convicción de la responsabilidad histórica que han otorgado a este gobierno millones de mexicanas y mexicanos, me dirijo a ustedes para pronunciarnos, en nombre del Estado mexicano, por los actos de violencia cometidos el 2 de octubre de 1968”, detalló Rosa Icela.

Tras esta declaración la funcionaria recordó que el mencionado crimen de lesa humanidad fue ideado, ejecutado y encubierto desde la más altas autoridades del poder público y su responsabilidad principal recayó en el entonces presidente de la República.

Además, explicó que se trató de un reprobable acto de represión estudiantil y social, que tuvo como consecuencia decenas de muertos, heridos, detenidos extrajudicialmente y torturados.

Por esa razón es que Rodríguez Velázquez ofreció en un breve discurso las disculpas correspondientes a las madres, padres, hermanos, familias y también a los sobrevivientes de aquel oscuro periodo.

Como gobierno de la transformación, tenemos la responsabilidad de garantizar que se reconozcan los crímenes perpetrados hace 56 años. Y por ese motivo, el Estado mexicano ofrece una sentida disculpa pública a todas las personas que perdieron a un ser querido o a quienes fueron víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos la noche del 2 de octubre de 1968. Hechos como este no pueden volver a repetirse”.

Se trató de un reprobable acto de represión estudiantil y social, que tuvo como consecuencia decenas de muertos, heridos, detenidos extrajudicialmente y torturados. Con la masacre de Tlatelolco se dejó ver el agotamiento del Estado represor, vertical y autoritario, que usó la fuerza de sus instituciones en contra del pueblo”, señaló.

Para cerrar el tema, la titular de la Segob dejó en claro que esta acción es muy importante, porque se realiza desde la Secretaría de Gobernación, donde se instrumentó la represión al pueblo y en la que ahora se tiene el compromiso y la responsabilidad de impulsar las libertades y los derechos.

Hoy, en este acto, nos dirigimos a las madres, a los padres, a los hermanos, a las familias y también a los sobrevivientes de aquel oscuro periodo, pues son ellos quienes se encargaron de mantener viva la memoria de aquellas atrocidades y continuar con la lucha y la exigencia de justicia”, declaró.

Sheinbaum emite decreto

Por su parte la consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, dio a conocer el contenido del decreto que emitió la presidenta Claudia Sheinbaum para evitar actos como los perpetrados en 1968 bajo las órdenes del expresidente Gustavo Díaz Ordaz. De esta forma el Ejecutivo federal se compromete a garantizar la NO repetición de atrocidades como actos de represión, uso de las Fuerzas Armadas contra la población, exterminar o destruir al pueblo.

Principales puntos del decreto:

Quedan a salvo los derechos que legalmente les asisten a las víctimas.

Dicho reconocimiento político servirá para la NO repetición de los hechos.

En calidad de Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas girará órdenes formales para que las estructuras o sus elementos nunca ataquen al pueblo de México.

La Presidenta dedicó su primera conferencia matutina a la conmemoración del Movimiento estudiantil del 68.

También publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo para reconocer la responsabilidad del Estado por las violaciones de lesa humanidad ocurridas en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.