martes, noviembre 5, 2024
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ENTRELÍNEAS | Brito, badulaque político

Por Jorge Ceballos

Los años de gloria de los que gozó al principio de la actual administración estatal Ismael Brito Mazariegos han quedado prácticamente reducidos a cenizas. De aquel otrora poderoso, soberbio, avasallador, déspota a inalcanzable secretario de Gobierno de finales de 2018, 2019 y 2020, en la actualidad ha mutado a la de un diputado local del montón. Los agravios que desde la segunda posición del organigrama gubernamental provocó, desde ayer han comenzado a cobrarle factura con su designación en la inoperante comisión legislativa de Asuntos Religiosos del Congreso de Chiapas.

Durante la campaña política de 2018 que llevó a Rutilio Escandón Cadenas a ocupar la gubernatura de Chiapas, Brito Mazariegos fungió como coordinador general de campaña, durante esa etapa de proselitismo su actuar fue diferente: entablaba diálogo con diversos sectores y grupos con la finalidad de obtener la victoria.

Su cambio de actitud y personalidad se notó desde el 8 de diciembre de 2018 cuando arribó a la Secretaría General de Gobierno. Desde esa posición lejos de mantenerse como un funcionario abierto al diálogo y en la búsqueda de la gobernabilidad, asumió una actitud mezquina y soberbia, lo cual le generaron muchos dolores de cabeza al mandatario estatal, pues, su colaborador simplemente comenzó a provocar divisiones y guerras intestinas, incluso con los mismos integrantes del gabinete.

Desde la Secretaría de Gobierno, Ismael Brito comenzó a fraguar en su atrofiada mentalidad una fallida candidatura al gobierno de Chiapas, para ello, se enfrascó en persecuciones en contra de aquellos grupos políticos contrarios a su proyecto personal; creía que la suerte estaba de su lado y podría dirigir los destinos de los chiapanecos.

Fue justamente ese intento por convertirse en candidato gubernamental lo cual ocasionó que a su paso por la vida política local provocara agravios a más de uno. La pequeñez política que mostró desde su arribo a la titularidad de la segunda dependencia en importancia en el gobierno desencadenó en una ceguera que en la actualidad lo mantiene al borde del ostracismo político.

En Brito Mazariegos queda a la perfección aquella frase que reza que: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. En su intención de mantenerse dentro de la toma de decisiones de la vida pública buscó y obtuvo una diputación local, sin embargo, los agravios y daños provocados es más que obvio que le cobrarán factura.

En política como en la vida las afrentas se cobran, eso se le olvida a Ismael Brito, y para muestra tiene que recordar el abucheo que sufrió el 1 de octubre cuando se instaló la presente legislatura local.

Pero, por si queda alguna duda de que la presencia del exsecretario de Gobierno estará de más a partir del 8 de diciembre, hay que echarle un vistazo a la integración de las comisiones. Se pudiera pensar que ha sido premiado con la presidencia de uno de estos grupos legislativos, sin embargo, se tiene que ver con toda claridad que, mandarlo a presidir Asuntos Religiosos es igual a darle una cartera de “asuntos sin importancia”.

La mutación de Ismael Brito Mazariegos es de pena ajena, ahora en el salón de sesiones del Congreso local reparte sonrisas, saludos y abrazos, solo que se le olvida que a esos con quienes intenta pasar como un político estadista y de buen trato, es a los mismos a los que pateó a su paso por la Secretaría de Gobierno.

No hay que ser un docto en materia política para darse cuenta que las horas de Brito están contadas, para su desgracia, son pocos los que aún le guardan algún tipo de lealtad, porque simplemente él sembró discordia y división y lo menos que puede esperar recibir es un trato de “apestado” político y sino que lo digan aquellos que fueron perjudicados por su “enanismo político”.

¡Ay, Willy!

Ahora resulta que Willy Ochoa ve en la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo a una líder fuerte. Además, de ofrecerse a trabajar de la mano con el gobierno federal para implementar soluciones para Chiapas.

Esta semana el equipo de comunicación social del excandidato al Senado de la República hizo circular un mamotreto en el que, “el líder” chiapaneco se desvive en halagos hacia la presidenta de México, sin embargo, alguien tendría que aconsejarle a Willy Ochoa que su carta más que verse como el documento redactado por un estadista, pareciera que lo realizó un personaje que está desesperado porque por segundo sexenio consecutivo estará fuera de una posición de poder.

Lo que es cierto es que a Willy Ochoa lo que menos le preocupa es el dinero. Así lo ha demostrado en sus últimas dos participaciones políticas en las que el derroche ha estado a la vista de todos. Quizá la preocupación que tiene el exgobernador por una semana es que a sus empresas le puedan ser retirados los contratos que mantiene con dependencias federales.

Willy Ochoa habla de preocuparse por la situación que prevalece en Chiapas, sin embargo, se preocupa -según él- viviendo fuera del Estado. Quizá también le preocupa ver la forma en que su mentor Manlio Fabio Beltrones ha dejado de formar parte de la que fue su casa: el PRI… Hasta la próxima.

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