Pese al rechazo de varias ONG y otros candidatos, el Senado incluyó a la presidenta de la comisión, quien competirá contra Paulina Hernández y Nashieli Ramírez
Agencia Excélsior
Paulina Hernández Diz, Rosario Piedra Ibarra y Nashieli Ramírez integran la terna para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) los próximos cuatro años y Morena pretende que el pleno del Senado elija este mismo miércoles.
A pesar de la petición expresa de organizaciones sociales de derechos humanos y protección a víctimas, así como de candidatos a la presidencia de la Comisión, el Senado decidió incluir a Rosario Piedra en la terna, con altas posibilidades de ser reelegida.
De acuerdo con senadores de Morena, no existe línea en favor de alguna de las tres aspirantes, pero la mayoría está dividida entre Piedra y Ramírez. Aunque es tradición que una vez definida la terna, las integrantes se reúnan, por separado, con los grupos parlamentarios, en esta ocasión no está prevista una plática privada entre las finalistas y los senadores.
El dictamen de las comisiones unidas de Justicia y Derechos Humanos del Senado expone que Paulina Hernández Diz “mostró su conocimiento sobre el funcionamiento de la Comisión Nacional y sus facultades” durante su comparecencia ante las comisiones; “además de profundizar sobre la manera en que implementará sus propuestas y la importancia de la emisión de medidas cautelares efectivas y justificadas que atiendan las necesidades inmediatas de las víctimas”.
De Rosario Piedra informa que “solicitó la confianza de las senadoras y senadores, para que le permitan consolidar la transformación que ha iniciado para servir mejor al pueblo. Ofreció construir un nuevo modelo de defensa de los derechos humanos dejando atrás la herencia neoliberal y poniendo en el centro a las víctimas.
Añadió que actualmente la CNDH dejó de ser la institución más onerosa y menos productiva del mundo, con menos aparato y presupuesto bajo su gestión y que los resultados son los mayores numéricamente en toda la historia de la institución. Subrayó que en los últimos cinco años se dieron pasos firmes para el establecimiento de un nuevo modelo de defensa que privilegie las acciones de prevención y se enfoque en reducir las violaciones a derechos humanos.
Propuso una reforma al Apartado B del artículo 102 constitucional y a la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para crear la Defensoría del Pueblo”, precisa.
Y de Nashieli Ramírez, las comisiones del Senado dicen en el dictamen que “en cuanto a su experiencia, señaló que ha dedicado su vida personal y profesional a la lucha social, desde hace 25 años, en comunidades y colonias, con niñas y niños en Ciudad Juárez, con jornaleros agrícolas en los valles de Culiacán y San Quintín, con mujeres indígenas en Oaxaca, migrantes en el Valle del Mezquital.
Asimismo, desde el activismo en instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. Sostuvo que la solidez de una Comisión Nacional de los Derechos Humanos estaría depositada en su capacidad técnica jurídica como vía para hacer valer lo sustantivo y que se requiere también brindar atención psicosocial, desarrollar una pedagogía transformadora y de acompañar ética y profesionalmente a las personas.
Señaló que el cumplimiento de derechos para todas las personas no depende sólo de un organismo, sino del aparato del Estado en su totalidad, por lo que se requiere que la CNDH emprenda activamente la vinculación, el diálogo y la cooperación con las entidades encargadas para hacer cumplir los derechos humanos”, destaca.
