La decisión de Trump marca un endurecimiento de la postura comercial con China, un país con el que Estados Unidos mantiene una relación compleja
Agencia Excélsior
Donald Trump anunció un arancel adicional del 10% a los productos chinos, argumentando que China incumplió sus promesas de frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Esta medida, presentada como una respuesta a la crisis de opioides que cobra miles de vidas cada año, marca un nuevo capítulo en la relación comercial entre ambos países. Mientras que Trump busca presionar a China y México para tomar acciones más contundentes contra el narcotráfico, analistas advierten que los aranceles podrían aumentar los costos de productos importados y agravar la inflación en EE. UU. Además, existe preocupación por el deterioro de la cooperación diplomática necesaria para abordar la problemática del fentanilo.
El presidente electo Donald Trump anunció este lunes que impondrá un arancel adicional del 10% a los productos procedentes de China por las drogas que llegan a Estados Unidos, «principalmente a través de México a niveles nunca antes vistos».
En un mensaje en su red Truth Social, el republicano, que asumirá el cargo el 20 de enero, justificó su decisión por la llegada de drogas, «en particular fentanilo», y porque las autoridades chinas le prometieron que impondrían la pena de muerte a los narcotraficantes que traficaran con Estados Unidos y «nunca lo hicieron».
La decisión de Trump marca un endurecimiento de la postura comercial con China, un país con el que Estados Unidos mantiene una relación compleja, caracterizada tanto por la competencia como por la interdependencia. Este anuncio también retoma las tensiones que surgieron durante su primera administración, cuando implementó una guerra comercial que afectó a sectores como el tecnológico, manufacturero y agrícola. Los aranceles adicionales tienen el potencial de generar un impacto significativo en la economía global, dado el papel que China juega como uno de los mayores exportadores del mundo.
El fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, ha sido un foco de tensión entre Estados Unidos y China, especialmente porque este último es uno de los principales productores de los precursores químicos utilizados para su fabricación. Aunque las autoridades chinas han implementado medidas para restringir el comercio de estas sustancias, la efectividad de tales acciones ha sido cuestionada por varios actores internacionales. Trump acusa directamente a China de incumplir las promesas de frenar el tráfico de fentanilo y de no aplicar sanciones suficientemente severas a los narcotraficantes, como la pena de muerte.
En los últimos años, el fentanilo se ha convertido en una de las principales causas de muertes por sobredosis en Estados Unidos. Las autoridades estadunidenses han manifestado reiteradamente su preocupación por el incremento en la cantidad de drogas que cruzan la frontera sur, proveniente en parte de laboratorios ilegales en México que utilizan insumos procedentes de China. Esta situación ha servido de argumento para Trump al momento de justificar medidas más estrictas en la frontera y políticas comerciales que buscan presionar tanto a México como a China a actuar de manera más contundente contra el tráfico de drogas.
Sin embargo, el anuncio de nuevos aranceles también ha generado preocupación entre los analistas y empresarios, quienes advierten que una medida de este tipo podría agravar la inflación en Estados Unidos, aumentando los costos de productos importados que van desde componentes electrónicos hasta bienes de consumo masivo. Además, algunos críticos argumentan que una política comercial punitiva podría deteriorar aún más las relaciones diplomáticas y hacer más difícil la cooperación necesaria para frenar el flujo de fentanilo y otras drogas sintéticas.