Justin Baldoni acusa a Blake Lively y Ryan Reynolds de extorsión, difamación e invasión de privacidad tras disputas en el rodaje de It Ends With Us
Agencia Excélsior
Justin Baldoni presentó una demanda contra Blake Lively y Ryan Reynolds el jueves 16 de enero de 2025, alegando que la pareja de actores utilizó su poder mediático para sabotear su película Romper el círculo y dañar su reputación con acusaciones falsas de acoso sexual. La demanda, presentada en el Distrito Sur de Nueva York, exige 400 millones de dólares en daños.
La controversia entre Baldoni, Lively y Reynolds surgió durante el rodaje de Romper el círculo. Según Baldoni, Lively inició una campaña de desprestigio en su contra tras denunciar supuestos comportamientos inapropiados en el set.
La actriz presentó una denuncia inicial ante el Departamento de Derechos Civiles de California el 31 de diciembre de 2024, señalando a Baldoni, su productor Jamey Heath y dos publicistas por acoso y amenazas.
En respuesta, Baldoni acusó a Lively y Reynolds de manipular la narrativa en su contra, afirmando que publicaron mensajes de texto editados fuera de contexto en colaboración con el New York Times.
Los detalles de la demanda de Baldoni a Lively
La denuncia de 179 páginas presentada por Baldoni acusa a Lively y Reynolds de:
Extorsión civil: Supuestamente intentaron obligarlo a disculparse públicamente por incidentes no especificados durante el rodaje.
Difamación: Utilizaron información manipulada para dañar su imagen pública.
Invasión de privacidad: Se basaron en datos obtenidos de terceros de forma no autorizada.
Bryan Freedman, abogado de Baldoni, afirmó que las acusaciones de Lively son una “manipulación peligrosa” y que Baldoni está dispuesto a presentar pruebas completas, incluyendo mensajes de texto, correos electrónicos y material audiovisual.
“Esta demanda expone cómo incluso las estrellas más poderosas no pueden manipular la verdad para su beneficio”, declaró Freedman.
La respuesta de Blake Lively
La demanda de Baldoni es la continuación de una batalla legal iniciada por Lively, quien acusa a Baldoni y su equipo de planear una estrategia para “enterrarla” mediáticamente. En su denuncia, Lively citó mensajes de texto entre los publicistas de Baldoni en los que discutían tácticas para desacreditarla.
Según la demanda de Baldoni, estas acusaciones forman parte de un intento de Lively y Reynolds de apropiarse del control creativo y mediático de la película, utilizando su influencia en la industria.