Francisco Gurguha | Tuxtla Gutiérrez
Indígenas de los municipios de Zinacantán, Chenalhó, San Juan Chamula, San Cristóbal de las Casas, Chalchihuitán, Altamirano, Ocosingo, Las Margaritas, Bochil, Soyaló y una larga lista de militantes del Partido Movimiento Ciudadano (MC), buscan desde el año pasado a Manuel Sobrino Durán, líder en Chiapas de dicha organización, para que les devuelva el dinero que dieron para participar en la contienda electoral de 2024 como candidatos a las alcaldías, diputaciones locales y federales, toda vez que la gran mayoría no tuvo éxito y habían acordado que si ganaban, los recursos entregados en efectivo pasarían a manos del dirigente estatal, de lo contrario éste se los devolvería, pero a la fecha no han recibido absolutamente nada y a cambio se han topado con puertas cerradas y un trato despreciable por reclamar lo que les pertenece.
La mañana de ayer, un grupo de más de veinte ex candidatos se presentaron por enésima vez a las oficinas de Movimiento Ciudadano a buscar a Manuel Sobrino Durán y, como siempre, les dijeron que estaba de gira por la ciudad de México con el líder nacional, Dante Delgado Ranauro y que regresaba hasta dentro de un mes; sin embargo, han visto al dirigente estatal en sus negocios como Carl Juniors de Plaza Ámbar y el nuevo que abrió en Arboledas, pero a sus oficinas sólo manda a sus más cercanos colaboradores porque no quiere enfrentar la situación de la que se dice, son cuando menos unos 25 millones de pesos que llegaron a sus manos bajo la promesa de que haría ganar a todos los aspirantes inscritos en el partido naranja pero los resultados son de sobra conocidos, por ello, exigen la devolución inmediata del dinero entregado o irán a la Fiscalía General de Justicia del Estado a interponer una demanda por fraude, robo y lo que resulte, pues existen pruebas de los acuerdos que se hicieron por escrito el año pasado.
Uno de los defraudados manifestó que Manuel Sobrino Durán le aseguró que podría ganar una diputación local plurinominal a cambio de cinco millones de pesos y que después de ello lo podría hacer alcalde de su pueblo y posteriormente diputado federal. Con engaños, hombres y mujeres indígenas fueron defraudados porque el abanderado del partido naranja sabía de sobra que su partido no tenía ni la más mínima posibilidad de ganar un solo escaño ni una sola alcaldía, aunque sí ocurrió literalmente, pero estos espacios tuvieron otro costo y otro nivel.
Manuel Sobrino Durán, quien se ha visto envuelto en escándalos por manejar a modo la defraudación fiscal desde más de 20 años, es conocido en Chiapas como “El Rey del Outsousing” (mote que le asestó la revista Proceso) y ha operado con otros socios y prestanombres de sus empresas para burlarse del SAT. Le maneja recursos a políticos locales. A través de una de sus 25 empresas ilegales, International Consulting Business Group, S.C. (ICBG), ha sometido a miles de trabajadores a fin de que nunca obtengan los beneficios y derechos a que tiene todo empleado formal. Está acusado de evadir el pago de impuestos al IMSS y al Infonavit.
El 19 de mayo de 2010, la Procuraduría General de la República (PGR) ejecutó actos de fiscalización simultánea en cinco ciudades del país en contra de los despachos de asesoría ICBG e Inteligencia en Dirección de Negocios (IDN), luego de detectar que ambas empresas asesoran a sus clientes para incurrir en conductas de evasión fiscal a través de esquemas de outsourcing. Además, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) documentó que la empresa de Sobrino Durán viola flagrantemente la normatividad vigente en materia laboral y fiscal.
A pesar de que existen demandas por con oscuros negocios, como el presunto “lavado” de dinero, Manuel Sobrino ha sobornado a las autoridades locales y federales y no ha pisado la cárcel, ahora le persigue la defraudación de candidaturas a decenas de indígenas que exigen la devolución de su dinero que podría llegar a la suma de unos 50 millones de pesos al paso de los días y de los reclamos que acontecen día a día en las oficinas donde ya no se presenta a laborar y manda cualquiera de sus operadores a atender a la gente, a quienes engañan con que les darán solución a sus reclamos.
En su larga lista de despidos injustificados, también asestó golpes duros mientras Manuel Velasco lo mantuvo como titular de la Secretaría del Trabajo, donde los nombres Nalleli Aguilar Guzmán, Minerva Vázquez Flores, Miguel Ángel Gallegos Morales y Delfino Bravo Vázquez, resuenan en su mente tras el crimen laboral cometido contra ellos mientras apoyaba a Ramón Moreno Rosales, cuñado de un hermano de Willy Ochoa, el viejo socio de Manuel Sobrino.
Por esas fechas (2010), familiares del académico chiapaneco Agustín Celorio Vela, calificaron a la empresa ICBG de Manuel Sobrino como “banda de delincuencia organizada”, toda vez que operaban en gran parte de la república mexicana sirviendo a políticos locales y del interior del país para “lavar” dinero.
Actualmente, sus negocios son las franquicias y cuenta con decenas de operadores, aseguran propios y extraños de Chiapas y, a partir de que tomó por asalto el partido Movimiento Ciudadano, se ha dedicado a defraudar a los simpatizantes y militantes, por lo que piden al líder nacional, Dante Delgado Ranauro lo remueva porque es la peor etapa que ha vivido el partido desde que tiene presencia en Chiapas.