El encuentro literario y de reflexión social festejará una década de vida en República Dominicana
Agencia Excélsior
Tomar el pulso de la región. El Festival Centroamérica Cuenta llega a sus diez años de vida como un encuentro itinerante que se involucra con la realidad social, política y literaria del país que lo acoge e incorpora estas preocupaciones en su programa.
En el contexto que vive Latinoamérica, no podíamos hacer un festival que sólo hablara de literatura, sino que teníamos que incorporar otros temas que son parte de la sociedad. Sergio Ramírez, su fundador, dice que ‘contamos con la persiana abierta’, con todo lo que eso implica”, afirma Claudia Neira Bermúdez, directora del encuentro desde hace ocho años.
En entrevista con Excélsior, la promotora cultural detalla que a través de 26 diálogos se reflexionará sobre temas como la libertad de expresión, la condición de la mujer, la afrodescendencia, la violencia, los pueblos indíge2nas, las remesas, migraciones, religión, cambio climático y el exilio; así como la condición humana, la memoria y la imaginación.
Estos diez años hemos descubierto que había una gran necesidad de tener un festival internacional de calidad que sucediera desde Centroamérica; no sólo para escritores de la región, sino para recibir a literatos, artistas y pensadores de todo el mundo”, comenta.
Centroamérica Cuenta nació en Nicaragua en 2013, impulsado por el Premio Cervantes Sergio Ramírez, y ahora festejará su décimo aniversario en República Dominicana del 16 al 21 de mayo, donde se darán cita escritores de la talla del rumano Mircea Cărtărescu, los españoles Rosa Montero y Luis García Montero, la argentina Claudia Piñeiro, el colombiano Juan Gabriel Vásquez, la nicaragüense Gioconda Belli, la libanesa Joumana Haddad, el venezolano Daniel Centeno, el panameño Daniel Domínguez y los mexicanos Alma Guillermoprieto y Benito Taibo, entre otros.
La presencia de los autores dominicanos es fundamental. De 80 participantes, 29 son autores locales”, aclara Claudia Neira tras citar nombres como Frank Báez, Jochy Herrera, Rey Andújar y Soledad Álvarez.
Ya estamos dentro del circuito de los grandes festivales del mundo. Esto valida el esfuerzo de los fundadores. Hoy que vemos los resultados son un regalo maravilloso. Ha sido gratificante el desarrollo tanto de los públicos como de los escritores, que han ampliado su perspectiva del mundo. Y poder traer a esta zona otros pensamientos, otras lecturas.
Es grato ver cómo nos han acogido desde 2017, cuando no pudimos hacerlo en Nicaragua. Estamos agradecidos con la hospitalidad de Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, pues el público ha abarrotado las actividades. Por eso, nuestro mayor reto y desafío es la programación”, agrega.
Señala que, para elaborar el programa, los organizadores deben conocer más del país anfitrión, conectarse con escritores, editores y críticos literarios locales para ver cuáles son las tendencias y realizar visitas previas. “Probablemente, el próximo año haremos la edición 11 en Panamá”, adelanta.
Admite que es difícil no poder realizar el encuentro en Nicaragua. “Nos duele porque tenemos un vínculo estrecho con el país. Fue parte del Festival el tiempo que pudo ser. Esperamos volver cuando haya condiciones. Hay nostalgia, pero también esperanza de aportar a otros públicos centroamericanos y del Caribe”.
Neira destaca que estrenarán el programa Las cuentas de Centroamérica, una serie de 12 ensayos sobre temas sociopolíticos de la región. “Es curada por el ex presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y son textos de 12 expertos sobre los principales problemas de la zona. No son ensayos académicos ni concluyentes; pero queremos que sean un insumo para las discusiones, que puedan aportar. Es una foto reciente de Latinoamérica”.
La oferta integra diálogos, talleres y presentaciones de libros, en los que participarán escritores, periodistas y artistas de 20 países. El festival concluirá con una noche de poesía, en la que participarán Cărtărescu, García Montero y Belli.
Añade que el gran ausente será el escritor italiano Alessandro Baricco. “Ya había aceptado, pero se excusó porque le alargaron su residencia literaria en Francia”.
